La silimarina ayuda al proceso de regeneración de los tejidos del hígado por el abuso del alcohol y otras sustancias tóxicas que con el tiempo han contribuido al deterioro del hígado y, quizás, a la crónica de ciertos problemas, lo que va a alterar la función del hígado, lo que puede derivar de su actividad. desintoxicación, así como la eficacia de la termogénesis adecuada, por ejemplo. La silimarina protege las nuevas células hepáticas al ayudar a reducir los procesos inflamatorios del hígado que los silencios crean en el cuerpo; así como ser capaz de contrarrestar un problema típico de sobrealimentación o alimentación incorrecta que conduce al hígado graso (hígado graso).